Había una vez un rey que quería ser el hombre más poderoso del reino, pero su poder era opacado por el de un mago que decía conocer el futuro. Un día el rey pergeña una treta para probar que el mago no conocía el futuro: Le preguntará cuál es la fecha de su muerte, y en ese mismo momento cogerá su espada y lo matará para comprobar, cualquiera que fuera su respuesta, que estaba equivocado... Lo que el poderoso rey jamás imaginó es que la respuesta del mago lo obligará a cuidarlo más que a su propia vida.