145 a. C., Calabria. Cayo Furio Paulo regresa convertido en héroe a su ciudad natal, Temesa, tras duros años de guerra defendiendo el buen nombre de Roma.
Pero parece que un presagio de muerte sigue acechando su destino: pocos días después de su regreso, aparece el cuerpo descuartizado de un vecino, y Paulo se convertirá en el principal sospechoso del asesinato.
Paulo tendrá que deshacerse de sus fantasmas personales si quiere dar con el asesino y limpiar su nombre. Porque sabe que es solo cuestión de tiempo antes de que se convierta en el próximo objetivo.