Vivir en un mundo interconectado muchas veces no es señal de estar en plena relación con los demás. A los seres humanos les hace falta una dimensión más cercana, los teléfonos pueden fallar, los correos electrónicos pueden no llegar a tiempo, pero las relaciones siempre deben transcurrir en un plano no mediado, sin embargo, se delega en la tecnología la responsabilidad de mantener una relación.