Tras una prolongada estancia en Suráfrica, los Mortimer vuelven a ocupar su antiguo y destartalado palacio en las afueras de Kensfield... Poco después, una serie de extraños y horribles sucesos comienza a alterar la quietud de la apacible ciudad británica: en el cementerio, las sepulturas más recientes han sido profanadas y los cuerpos que en ellas reposaban han desaparecido... Desconcertada, la policía se muestra incapaz de ofrecer una explicación convincente. Sólo el joven Christopher Travers, ayudado por sus amigos, será capaz de enfrentarse a un peligro real que, sin embargo, no tiene nada de humano. Espoleada por claustrofóbicos escenarios y misteriosos personajes magistralmente descritos, la narración avanza, sin treguas ni fisuras, hacia un desenlace no menos sorprendente.