El oro de los tigres (1972) y La rosa profunda (1975) son dos libros de poesía escritos cuando Borges, de más de setenta años, era ya un autor consagrado. Están aquí las preocupaciones filosóficas que le fueron reveladas de niño frente a un tablero de ajedrez, y sus autores preferidos, los que ha leído y que repite.
Están también el tigre, como símbolo del valor y de lo divino, el sueño, las espadas, el espejo, la patria, los mayores y la muerte. Y aparece además un tema más intimista, la ceguera, que si bien tiene algo de clausura, es al mismo tiempo "una liberación, una soledad propicia a las invenciones, una llave y un álgebra".