Mientras los defensores de los derechos de los alimentos (muchos asociados a partidos verdes, en países tanto ricos como pobres), así como los partidarios de los cultivos tradicionales, rechazan la intervención de la tecnología y la agroindustria, numerosos economistas predicen que con las políticas adecuadas, la pobreza en África puede acabarse en veinte años. Los filantrocapitalistas Bill Gates y Warren Buffet invierten miles de millones en tecnología, confiando en ésta para resolver el problema.
Por su parte, David Rieff, tras treinta años de estudio y elaboración de informes sobre ayuda humanitaria y desarrollo, pone en el punto de mira las pretensiones de ambas partes y se pregunta si alguno de estos esfuerzos va a resolver la crisis. El cambio climático, los gobiernos inestables que reciben ayuda, la íntima relación entre el sector filantrópico y gigantes agrícolas como Monsanto y Syngenta, son algunos de los factores, a menudo ignorados, que él incorpora al debate.