Las falsas verdades tan frecuentemente repetidas por los medios de comunicación tienen un nombre: el negacionismo económico.
La economía ha mejorado tanto en las últimas tres décadas que para los autores del libro ha alcanzado el mismo estatus científico que las ciencias exactas. Esta revolución poco conocida genera unos conocimientos que chocan frontalmente, con aquellas personas que se guían más por llevar por sus sentimientos, por su ideología o por sus intuiciones, en vez de ajustarse a lo científico y a las verdades establecidas. Soluciones mágicas como la bajada de impuestos, el aumento del gasto público, el control migratorio, la semana de 32 horas, la reindustrialización del territorio o incluso la tasa a las transacciones financieras son supuestamente la cura de todos nuestros males sin coste alguno. Estas falsas verdades tan frecuentemente repetidas por los medios de comunicación tienen un nombre: el negacionismo económico. El objeto de esta obra no es otro que el de desenmascararlo.