Lo que Dora anhela por encima de todo es desentrañar el misterio de la muerte de su hermano, y cree que la respuesta está tras la brillante puerta roja de la Sociedad para la Investigación Psíkica, donde él trabajaba, y donde murió. Tras una revuelta política, estudiantes radicales como Robert Barnes, amante de Dora, ocupan ahora posiciones de autoridad y buscan gente nueva para cubrir las vacantes que han dejado los miembros del régimen derrocado y sus simpatizantes. Aunque Dora desea que la asignen a la Sociedad, esta ha sido pasto de las llamas en un incendio que ha dejado intactos los edificios colindantes. En su lugar, Robert le ofrece el Museo Nacional del Obrero: una institución extraña, ocupada por muñecos de cera de mineros, enfermeras, dependientes... y demás figuras humanas inquietantes. Conforme la revolución y su oposición dan rienda suelta a una oscuridad aterradora, la búsqueda de Dora para descubrir la verdad la conducirá a sacar a la luz una conspiración monstruosa, y también al límite de los mundos.