Mucho se ha hablado de Albert Camus, pero nunca será suficiente para reflejar la profundidad de su obra. Ampliamente reconocido por sus novelas "El extranjero" y "La peste", no podemos dejar de lado su profunda capacidad de reflexión teórica, la cual ha dejado bellamente plasmada en "El mito de Sísifo". Esta obra, que toma su nombre del mito griego y cuyo tema fundamental es “el absurdo”, consta de cuatro capítulos y un anexo en los que el autor se concentra en hacer un análisis muy personal sobre la muerte, el arte y otros aspectos de la condición humana. El mito griego cuenta que Sísifo fue condenado por los dioses a empujar eternamente una pesada e inmensa roca hasta lo alto de una montaña, para que una vez arriba, esta se deslice hacia abajo, donde Sísifo tiene que ir a recogerla y volver a empujarla hasta llegar a la cima, una y otra vez. Partiendo de esta leyenda como metáfora del esfuerzo inútil, Camus expone la idea de lo absurdo de la existencia y se hace —y nos hace— una interrogante fundamental: Vivir, ¿vale la pena?