El soldado ha visto mucho: motines terroristas, punas inhóspitas, fronteras sinuosas. En esta experiencia descubre el motivo para convertirse en escritor. Tiempo después, recibe el mensaje de un desconocido, Aquiles, quien le pide que lo escuche. Aquiles era un niño cuando fue secuestrado por Sendero Luminoso. Vivía en una pequeña comunidad en el río Perené de la cual fue arrancado e incorporado a la gran masa. Durante años será empleado como fuerza de trabajo, sometido a abusos y humillaciones, aislado, adoctrinado, deshumanizado y transformado en parte de una maquinaria de violencia ideológica. En medio de la pesadilla de su vida, Aquiles se aferra a un sueño de fuga: huir de sus captores, hallar a su familia, ser libre.