Frente a la visión idílica que del mundo ofrecían la mayoría de las obras literarias del Renacimiento, nos encontramos ahora con una visión cruda y descarnada de la realidad española, sin tapujos, mostrando abiertamente la triste historia de personajes reales, cuyas vidas son el reflejo y la consecuencia de una triste realidad social.
La originalidad consiste en el punto de vista sarcástico e irónico utilizado por el narrador. Una aguda crítica social.