El Jugador, subtitulado De las notas de un joven, se trata de un relato escrito por Dostoyevski en 1866 y publicado al año siguiente. Refleja la propia ludopatía del autor al juego de ruleta, durante su estancia de cuatro días en la ciudad alemana de Wiesbaden, presentada como la ciudad ficticia de Roulettenbourg (La ciudad de la ruleta) con Apollinaira (Polina) de quien se enamoró perdidamente. Completó su obra bajo amenaza del cumplimiento de un plazo para pagar unas deudas de juego.
Tres años después redactó el relato a la taquígrafa Anna Snitkina, joven de veinte años con quien terminaría casándose, por segunda vez. La narración, escrita en forma, más o menos, de diario o conjunto de notas recopiladas de vez en cuando por el protagonista, posee una base autobiográfica, confesional, además de un propósito terapéutico, desarrollada en primera persona, a través del punto de vista del protagonista y de su conducta como tutor que refleja el alma atormentada de Dostoyevski.
Refleja un acertado retrato de gran parte de los rusos de su tiempo, que vivían en el extranjero: extravagantes, apasionados, orgullosos, ridículos y en muchos casos, degradados por el alcohol. Por otra parte, sale a la luz, descarnadamente, la dependencia psicológica que producen las apuestas y se nos muestra como un testimonio fatalista de la incapacidad del ser humano de controlar sus impulsos, además de otras pasiones personales como el amor.