Smaug parecía profundamente dormido cuando espió una vez más la entrada. ¡Pero fingía estar dormido! ¡Estaba vigilando la entrada del túnel! Sacado de su cómodo agujero hobbit por Gandalf y una banda de enanos, Bilbo se encuentra de pronto en medio de una conspiración que pretende apoderarse del tesoro de Smaug el Magnífico, un enorme y muy peligroso dragón.