Cuando Jason despierta sabe que algo va muy mal. Está en un autobús camino de un campamento para chicos problemáticos. Le acompañan Piper, una muchacha (bastante guapa, por cierto) que dice que es su novia, y el que parece ser su mejor amigo: Leo.
Pero el no recuerda nada: ni quien es ni cómo ha llegado allí. Pocas horas despues, los tres descubrirán no solo que son hijos de dioses del Olimpo, sino además que su destino es cumplir una profecía de locos: liberar a Hera, diosa de la furia, de las garras de un enemigo que lleva mucho tiempo planeando su venganza...