Esta no es una historia sobre la adopción aunque los tres protagonistas sean adoptados. Va de identidad, pertenencia y aceptación. Va de emociones que no permitimos que afloren. Va de sentirse diferente y de estar solo. Pero abrirse cuesta demasiado cuando te has esforzado por labrarte una coraza... Y no basta una terapia porque las emociones no admiten pautas. Quizá la pregunta sea, la del poeta Pablo Neruda, en ''El libro de las preguntas'': ¿Por qué los árboles esconden EL ESPLENDOR DE SUS RAÍCES?
Una montaña rusa emocional. Sonrisas y lágrimas desbocadas. Debería incluir un aviso: abstenerse los espíritus sensibles y los que saben y sienten las relaciones entre hermanos.