Esta investigación se remonta al invierno de 1997, cuando la periodista María Seoane, como editora de un diario, tomó contacto por primera vez con archivos secretos del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, que contenían la transcripción mecanografiada de la declaración bajo tortura de Rafael Cacho Perrotta, secuestrado por la dictadura militar.
El ex director y dueño de El Cronista Comercial había desaparecido en 1977, acusado de tener vinculaciones con el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Su destino sintetizaba las aristas más perversas del estado terrorista y las paradojas de muchos argentinos que abrazaron el camino revolucionario.
Perrotta pertenecía a la elite empresarial, integraba el círculo de la alta sociedad porteña. Era un hijo del poder económico y político, que derivó del humanismo católico al marxismo. Quienes lo conocieron aseguran que fue un hombre sensible y solidario. Y un empresario que revolucionó el medio que le tocó dirigir.
El proceso de transformación que lo llevó a ser amigo de personajes como Onganía, Massera y Martínez de Hoz, para luego vincularse con la guerrilla guevarista, es el enigma que busca desentrañar este libro. Un relato vertiginoso e inquietante que en la exquisita pluma de María Seoane deviene una pintura reveladora de uno de los períodos más crueles de nuestra historia.