Algunos tienden a ver siempre el lado negro de las cosas; toda compasión por sí mismo les parece poca. Otros saben sonreír a los acontecimientos, son capaces de sacar optimismo del infortunio. Los primeros viven siempre bajo un cielo sombrío que presagia tormenta; Los segundos saben descubrir el brillo de las estrellas aun a través de los nubarrones más negros. Hay quien lucha con denuedo por engrandecerse, adquirir poder y riqueza. Y hay quien se propone dejar a su paso un mundo mejor del que se encontró al llegar. Para unos, la nieve es una tumba fría en la que sepultan las más bellas ilusiones, donde se congelan los más caros ensueños. Para otros es una pista tersa por la que pueden deslizarse sin tropiezos, mientras gozan de su sedante blancura.