Dos viajes, un destino. En El Diamante negro de Atlantis, Isha entretejió dos historias de crecimiento y sabiduría, ambas apuntando hacia el camino de la conciencia plena.
A primera vista, el fantástico relato del príncipe Iko y la fundación de Atlantis parece no tener relación con la historia de Shannon OLeary. Pero en el fondo, ambos relatos son dos versiones de las mismas experiencias: la elección del amor por sobre todas las cosas, la superación de todas las crisis de identidad y la convicción de que siempre podemos hacer nuestros sueños realidad, aunque a veces parezcan imposibles.