El contrato social o Principios del derecho político es una de las obras más representativas de Jean-Jacques Rousseau. En ella, el filósofo expuso sus argumentos sobre libertad civil y contribuyó a la fundamentación y base ideológica de la Revolución Francesa al defender la supremacía de la voluntad popular frente al derecho divino que se arrogaban los monarcas. Su espíritu e ideas estuvieron a medio camino entre la Ilustración del siglo XVIII, con su defensa apasionada de la razón y los derechos individuales, y el romanticismo de principios del XIX, que propugnaba la experiencia subjetiva intensa por sobre el pensamiento racional.