«¿Lo oyes? Es el arpa de hierba, que siempre nos cuenta algo nuevo... Lo sabe todo de la gente de la colina, de los que vivieron antes aquí. Y cuando nosotros estemos muertos, también contará nuestra historia». Eso le dice a Collin una de sus tías solteronas, Dolly, una mujer imaginativa y laboriosa. La otra, Verena, es la mujer más rica del pueblo. Collin Fenwick, huérfano de madre, ha sido enviado a vivir con ellas.
Todo ocurre apaciblemente hasta que un percance sentimental tiene un desenlace dramático. Entonces los acontecimientos se precipitan, se lleva a cabo una mudanza imprevisible e hilarante y desfila ante nuestros ojos toda una galería de personajes -el joven Henderson, el sheriff, los panaderos Country, el juez Cool- que habitan ese espacio tan familiar como extraño, ideal para la novela.
El estilo inconfundible de Truman Capote -la variedad de registro, la hondura y sutileza psicológica, el humor mágico e irreverente- es el instrumento perfecto para contar El arpa de hierba, obra clave de su universo literario y pieza fundamental para valorar su aporte a la narrativa contemporánea.