Una de las últimas obras del pensador. En ella el autor reivindica, por encima de la moral decadente del Cristianismo, la virtud del espíritu libre. Sólo el hombre fuerte tenía el derecho a existir.
El etilo del renacimiento será la voluntad de poder. La virtud cristiana, nacida de la moral de la compasión debería suprimirse. ¿Cómo siguen los cristianos a un líder que se dejó matar y qué han hecho ellos para defenderle?. El lector es bien libre de tomar partido o no por esta obra demoledora.