El adulterio cometido por una dama de la aristocracia británica con un hombre de la clase obrera y la descripción de sus relaciones sexuales fueron el detonante para que El amante de Lady Chatterley fuera un libro censurado por más de 30 años, no solo en Gran Bretaña, sino en el resto del mundo que lo recibió como una espantosa transgresión al pudor y a las normas sociales establecidas.
Con esta novela, D. H. Lawrence se atrevió no solo a mostrar una cara oscura de la realidad sociohistórica de su época, sino que desnudó la hipocresía imperante en torno a la vida sexual y afectiva de los seres humanos de una manera que muy pocos se habían atrevido a hacerlo.