La historia nos resulta familiar: una empresa que era una superestrella hasta ayer se halla en apuros o sumida en una crisis aparentemente ingobernable.
El origen de casi todas esas crisis no es que las cosas se estén haciendo mal. De hecho, en la mayoría de los casos se está haciendo lo correcto, pero sin resultados.
¿Qué explica esta aparente paradoja? Las suposiciones sobre las cuales se ha construido y se gestiona la organización ya no funcionan. Esas suposiciones son lo que Drucker denomina «teoría del negocio», y explican tanto los éxitos de las empresas que han dominado la economía como los desafíos a los que han hecho frente.