La vida de un adolescente es como una montaña rusa con subidas y bajadas: lentas, rápidas, suaves, trepidantes, tristes, felices... Así es la revelación, transparente y honesta, de Dulce María en Dulce Amargo, recuerdos de una adolescente.
No guarda nada para ella, lo comparte todo, se presenta tal y como es, tal y como fue, con sus momentos dulces pero también con los amargos, y en ésta, su propia montaña rusa, nos invita a conocerla y a reconocerla en cada letra, en cada detalle, en cada dibujo, en cada trazo que nos comparte en este libro. Ya la conoces a través de su voz, ¡ahora conócela también, a través de su corazón!