El conde Drácula es una creación literaria gestada en un espacio y tiempo concretos. La combinación de elementos tales como la necrofilia, la seducción de vírgenes por fuerzas sobrehumanas y diabólicas y una persistente atmósfera sexual y violenta que envuelve y atrapa de forma irresistible a quien la contempla, confieren al vampirismo literario una capacidad de influencia fuera de lo común.