Religión es cualquier método o disciplina por medio del cual se busca a Dios sin fe. Muchas iglesias hoy practican la ley religiosa en vez de la fe. Por eso han perdido la naturaleza milagrosa que debiera caracterizarlas, reemplazándola con interminables deberes y rituales.
La religión enseña cómo actuar y hablar, lo cual no difiere mucho de la labor de adiestrar los perros y gatos. Limita a Dios y establece condiciones que se deben cumplir con el fin de (supuestamente) conocerlo y disfrutar de Él. Asistir a una iglesia en la que se exige cumplir la ley religiosa es un peligro grave y una pérdida de tiempo. En el instante en que la ley religiosa entra al sistema de creencias, la fe se obstruye. Sin capacidad para creer, nadie puede vivir en el reino de lo milagroso. Por esto, se convierten en esclavos de su religión. Una vez que han sido capturados, no hay otras opciones.
Tienen que sujetarse e irse a dormir. ¡Qué triste! Los que no pueden creer duermen espiritualmente. Están siempre aprendiendo, pero nunca llegan al conocimiento de la verdad. La Biblia dice claramente que Dios quiere darnos todo en forma gratuita. Si las bendiciones de Dios son gratis, ¿por qué los religiosos enseñan que debemos pagar el diez por ciento de nuestras entradas a la iglesia para ser bendecidos? La verdadera fe hace que uno pueda recibir aun cuando no haya hecho ninguna buena obra.
Es cierto, Dios desea darnos su maravilloso reino, no vendérnoslo. Este libro le dice al lector exactamente cómo entrar y cómo vivir en la dimensión milagrosa. El viaje consiste en una serie de experiencias con Dios mismo. La naturaleza milagrosa de la cruz hace todo posible y nos da libre acceso a todo lo que Dios tiene para nosotros. Lo cierto es que se le puede hallar y disfrutar a Dios más libremente sin religión.