¿Cuántos de nosotros habremos de morir a consecuencia de un incidente tan estúpido como caer de una escalerilla a la cual habias subido para colgar una cortina? pero la pregunta puede ser más estrujante: ¿vives sólo para colgar cortinas o has asumido tu naturaleza divina, única y te respetas a ti mismo? ¿te complicas demasiado la vida? eso se puede asegurar.
Sin duda, por esta razón estás un poco más deprimido de lo que deberías estar. hay un recurso que puede ayudarte mucho: ¡dejarte de pendejadas! es decir, dejar de preocuparse por cosas que son demasiado pequeñas, o son inevitables, o son meramente temporales. pero sobre esas muchas cosas que te hacen infeliz tú puedes mandar. mándalas, pero al diablo: ¡déjate de pendejadas!