KATTYA tiene lectura actualizada y pertinente, y por ello habla naturalmente bien y fluidamente. Su vocabulario es extenso y su pensamiento ordenado. De allí que, a poco de iniciar la lectura de estos discursos -atrapantes del primero al último-, no se puede evitar sentir más que fascinación y deleite, sensaciones a las que siguen altas dosis de admiración y respeto.
Cada uno de estos discursos en más de uno de sus pasajes, dicta cátedra de lucidez política. Su temática, reveladora de una auténtica y nunca desmentida obsesión por la República y de un claro e inequívoco enamoramiento de la Democracia, discurre desde una inicial denuncia de nuestra endémica carencia estatal de institucionalidad hasta la final advertencia a esbirros del periodismo que pretende amedrentar a las y los valientes. JOSÉ ANTONIO GALEANO MIERES