A Jeremías le dijeron muchas veces que el sufrimiento hace más fuertes a las personas. Pero lo que el dolor y la soledad le enseñan sobre sí mismo es algo mucho más difícil de explicar. Jeremías y Albano son mejores amigos desde la infancia y viajan juntos desde su pueblo hacia la gran ciudad para terminar el secundario. El cambio es más difícil de lo que habían sus nuevos compañeros se dividen entre los indiferentes y los decididos a hacerles la vida imposible. Albano no lo soporta. Jeremías, en cambio, ve nacer en su interior una dureza y una capacidad para la crueldad que ni él mismo sabía que tenía. ¿Qué pasa cuando la violencia que recibimos hace surgir lo peor de nosotros mismos?