Dentro de la asombrosa capacidad de anticipación que mostró Jules Verne en algunas de sus novelas, como Veinte mil leguas de viaje submarino, destaca asimismo "De la Tierra a la Luna", que narra con la particular mezcla de vivacidad científica y humor el proyecto, el desarrollo y la realización de un viaje a nuestro satélite a bordo de un proyectil, promovido por el singular artillero Impey Barbicane.
Acompañado de su rival Nicholl y del aventurero Michel Ardan, Barbicane afronta esta increíble empresa que un siglo después, por más que se viera plausible en el siglo del progreso, asombrosamente se haría realidad. La aventura en estado puro, el placer de leer y, ya en otro plano, la reflexión acerca de la evolución de la idea del progreso hacen de este libro una lectura de la cual difícilmente cabrá arrepentirse.