Una de las novelas psicológicas más profundas del siglo XIX. Historia de un amor apasionado en plena época de pudibundez victoriana que cumple el aforismo "Tras la tempestad llega la calma". Pero antes, la borrasca desencadena en forma de pasión que todo lo destruye a su paso, hasta que, consciente del mal realizado, no deja de convertirse en un instrumento para la reconciliación.