Sí. El arraigo campesino es posible. Y así lo demuestra, claramente, la experiencia del Proyecto ALA en catorce asentamientos y colonias. Pero la cosa no es así nomás. Requiere una adecuada visión de los desafíos y condiciones para que se vuelva posible. Depende, también, de una larga serie de factores que lo condicionan. Para bien y para mal. Tanto en la definición de su enfoque y metodología de trabajo en apoyo al arraigo como en sus prácticas diarias sobre el terreno. El Proyecto ALA, de hecho, tuvo que aprender forzosamente a enfrentar numerosas dificultades y, al mismo tiempo, a aprovechar los innumerables potenciales encontrados, convertidos en ocasiones en verdaderos hallazgos. Presentamos aquí, por tanto, algunos de los factores que llevan a la falta de arraigo, o al desarraigo de quienes lo habían intentado, así como aquellos que posibilitan y favorecen la sostenibilidad de la vida campesina.