Decir lo que sentimos puede cambiar el rumbo de nuestras vidas.
Jackson y su familia están atravesando un momento duro. No tienen dinero para pagar el alquiler. Tampoco abunda la comida. Tal vez, él, sus padres, su hermanita y su perra deban volver a vivir en la minivan. Otra vez.
Cuando las cosas parecen ponerse realmente mal, Jackson recibe una visita inesperada: Crenshaw, su amigo imaginario. Aún cuando él se resiste a creer en esas cosas, Crenshaw parece estar dispuesto a ayudarlo.
¿A qué?
A hacer eso que le es tan difícil: expresar lo que siente.