«"¡Soy valiente y no lo sabía!", me dijo orgulloso Eloy, de 7 años, cuando descubrió hasta qué punto era capaz de hacer un montón de cosas por sí solo que hasta entonces le habían hecho sus padres. Nunca se había creído capaz de superar un miedo con la única ayuda de su valentía.»
Las emociones pueden ser nuestras mejores aliadas, pero también nuestros peores enemigos. Conquistar el miedo es, probablemente, una de las principales misiones de los padres.
Educar es una responsabilidad social porque, algún día, estos chicos y chicas deberán salir al mundo para convertirlo, si es posible, en un lugar mejor. Pero para ello, nuestros hijos necesitaran valentía, fortaleza, confianza y seguridad. ¿Les estamos educando para que desarrollen estas habilidades? Porque si los sobreprotegemos, logramos todo lo contrario: aumentar sus miedos y su dependencia y alimentar la baja autoestima en la adolescencia.
Este libro ofrece consejos muy concretos para poner en práctica la educación emocional y conseguir que los chicos y las chicas se conviertan en personas fuertes y valientes para que puedan afrontar los retos de la vida con seguridad y autoestima. Solo si saben quiénes son, qué quieren y adónde van podran BRILLAR en el futuro.