Hay una organización dentro de la Iglesia Católica que se distingue por su poder, por la verticalidad de su funcionamiento y por su acciona en defensa de las clases adineradas; esa organización es el Opus Dei. Creado por Josemaría Escriba de Balaguer en los albores del franquismo, se convirtió en la columna vertebral del aparato estatal de la dictadura y el integrismo de sus miembros fue sustento ideológico del nacional catolicismo de esos anos.
En la actualidad los miembros del Opus Dei ocupan importantes cargos en los estamentos políticos de muchos países tradicionalmente católicos y tienen una fuerte presencia en el Vaticano, en pugna permanente con otros factores de poder, para controlar y dirigir la máxima instancia del catolicismo.