Grady Hendrix, autor bestseller del New York Times, aborda el clásico de la casa embrujada en una nueva y apasionante novela que explora hasta qué punto el pasado y la familia pueden aterrarnos más que cualquier otra cosa. Cuando Louise se entera de que sus padres han muerto, teme volver a casa. No quiere dejar a su pequeña con su ex y volar a Charleston. No quiere enfrentarse a la residencia donde se amontonan los restos de la vida académica de su padre y la constante obsesión de su madre por los títeres y los muñecos. No quiere aprender a vivir sin las dos personas que mejor la han conocido y más la han querido en el mundo entero. Sobre todo, no quiere tener que lidiar con su hermano, Mark, que nunca ha salido de Charleston, es incapaz de conservar un empleo y no lleva bien el éxito de Louise. Por desgracia, ella lo necesita, porque para vender esa casa hará falta algo más que una mano de pintura y recoger los recuerdos de toda una vida. Pero hay casas que no se dejan vender, y la de Louise y Mark tiene otros planes para el.