Podríamos decir que, en materia de consejos sexuales-sensuales-amorosos (táchese lo que no corresponda, o sea: nada), Joe Fernández se anima a ir más lejos que cualquiera. Si, digamos, Alessandra Rampolla frena al borde del precipicio, Joe pasa de largo y se tira al abismo. Y cuando creemos que va a estrellarse, abre un paracaídas, aterriza con elegancia en una playa llena de tragos y chicas. El material del que están hechos los sueños (o al menos los del joven argentino en edad de merecer).
Playboy, rocker, empresario y sobre todo amigo gamba, Joe despliega aquí técnicas de seducción para que muchachos de todas las edades arrimen el bochín sin demoras.