Las recetas de este libro están pensadas para evocarnos recuerdos de infancia, hacernos sentir bien mientras las preparamos con cariño, y deleitarnos con sus buenos sabores compartiéndolas con la familia y los amigos. Son recetas para llenarnos de buenas vibraciones y recuperar energías, comidas reconfortantes como los canelones del domingo o el cocido de Navidad.
La lasaña de Jamie nos recordará esa tan deliciosa que preparaba mamá, su tatín de pera sugerirá aquel sabor dulce que sólo se puede degustar en días especiales... No se trata de recetas para cada día, se trata de disfrutar preparando y degustando platos de fines de semana, días de fiesta, celebraciones y otras ocasiones señaladas.