A los treinta y un años y con una vida aparentemente perfecta, Elizabeth Gilbert se traslada con su marido a las afueras de Nueva York y decide intentar tener un hijo, solo para darse cuenta de que no quería ni un hijo ni un marido. En plena crisis emocional y espiritual decide empezar de nuevo y emprender un largo viaje.
Este libro es la bitácora de esa travesía, en la que la autora descubrirá el placer sensual de la buena mesa y la buena conversación (la dolce vita romana), la paz interior alcanzada mediante la meditación en Bombay y, por fin, el deseado equilibrio entre cuerpo y espíritu en Bali.