Nadie conoce la belleza y los peligros que encierra el paisaje indómito de las Colinas Negras, en Dakota del Sur, como Copper y Lillian. Lo recorrieron juntos, palmo a palmo, durante todos aquellos veranos de la infancia, cuando la aventura esperaba en cada recodo del sendero. Años después, esas mismas montañas fueron el escenario de su primer beso y de ese primer amor que se graba en el alma. Y entonces la vida separó sus caminos.
Doce años después el destino les ha traído de vuelta a las Colinas Negras. Ha pasado el tiempo y ninguno de los dos ha conseguido olvidar el sabor de aquellos días del pasado. Pero mientras ambos se adentran de nuevo en el territorio familiar, y al mismo tiempo inhóspito, del amor verdadero, algo o alguien despiadado y feroz les sigue el rastro con el único objetivo de convertirles en su próxima presa.