Antes que nada, hay que señalar que El Sombrero de Tres Picos, del español Pedro Antonio de Alarcón, es una obra divertidísima. Alarcón es el maestro del costumbrismo andaluz y de la novela o el relato realista. Este aparente localismo es traspasado por la penetración psicológica del autor en el diseño de sus personajes, que ciertamente consigue alcanzar la fibra universal. Es decir, que afecta al resto del planeta. Pues ya dijo Aristóteles que "hablar de uno mismo es hablar de todos".
Esta obra de Alarcón es una comedia que hará gozar hasta el más abatido por la melancolía otoñal o invernal, aun estando en verano o en primavera, que tanto da.