El título de esta obra, pletórica de diálogos eléctricos y en ocasiones tan breves e hirientes como un latigazo, es ambiguo. Y se queda corto en sugerencias en relación al original en inglés: The lmportance of Being Earnest. Que puede traducirse como "La Importancia de Ser Ernesto" y que en realidad se refiere a "La Importancia de Ser Serio". En clara y maliciosa alusión a una solemne sociedad como era la victoriana británica. Pero existe unanimidad entre la crítica y los entendidos en que esta es una de las mejores obras de Oscar Wilde. Y la que contiene mayor humor e ironía. Lo que no deja de ser trágico, con la perspectiva del tiempo. Pues la escribió en pleno proceso judicial. El mismo que le llevó a la cárcel de Reading durante dos largos años.