Figuras históricas como Roberto L. Petit, Edgar L. Ynsfrán, Alfredo Stroessner y otros, están en el centro de las narraciones de este libro descritos con vivacidad, realismo y justeza. Es de admirar el tino con que el autor retrata con breves trazos a estos personajes complejos. Muy bien escritos, los cuentos de este libro son una contribución valiosa a la narrativa paraguaya. Son excelentes ejemplos de la manera como la experiencia histórica colectiva puede integrarse con provecho a la textura imaginativa. Cobijados por el realismo bien entendido y mejor tratado, los cuentos de Los pecadores del Vaticano ya tienen un lugar muy propio en el proceso de nuestra narrativa crítica más valiosa.