Hay quienes afirman que Jack London conformaba, con Guy de Maupassant, Antón Chejov y Edgar Allan Poe, el cuarteto de los más grandes escritores de la narrativa breve universal. Afirmaciones de este tipo suelen ser un poco temerarias, porque en los recuentos literarios predominan los gustos personales. Pero de algo nadie podría dudar: Jack London es una de las cumbres del relato corto, tal como se demuestra en este libro.