Este autor, por experiencia, profundo conocedor de los latidos esenciales de nuestra cultura, traza sus variadas facetas , en las que se perfila con nitidez el hombre y sus vivencias, pletórico siempre de luces y de sombras. Es entonces cuando aparece el poeta con toda la pujanza de su voz, voz densa y concisa lograda a través de un lenguaje que sorprende por su madura belleza y, no sólo cuando su tono quiere transmitir tristeza, nostalgia, melancolía, sino también en los momentos en que clama y denuncia con perceptible eco admonitorio.