Nietzsche condena en "El Anticristo" el idealismo absurdo y el igualitarismo social. Asimismo, desea revertir esos mecanismos de defensa tan arraigados con los que los débiles, mediante la invención de la moral, tratan de preservarse de los fuertes y de elevar a la categoría de "criterio" la medida de su propia y personal inferioridad. Cabe plantearse si Nietzsche se ha analizado las posibilidades que el hombre tiene de ser auténticamente feliz.