Utopía, la obra cumbre del inglés Tomás Moro, escrita en 1516, es una creación no solo destinada a pintar un mundo modelo e idílico, una República con ciudadanos ejemplares y autoridades rectas y transparentes, sino -sobre todo y en contrapartida a la ciudad descrita- una acerva crítica a cierta naturaleza humana propensa a la vida disoluta, a un hedonismo sin sentido y a una idolatría de la banal. Frente a la perfección de la República de Utopía, se siente cuán imperfecto es el mundo de ayer y de hoy.