La idea de que Asunción fue fundada sobre siete colinas al igual que Roma está muy arraigada en la creencia de sus habitantes; es parte de la memoria colectiva, aunque no existan muchos escritos al respecto y pese a que literalmente el punto exacto de la fundación haya ocupado una sola elevación, la Loma Cabará. Los primeros planos de Asunción nos presentan la accidentada topografía con la que debieron lidiar los primeros colonizadores. En lugar de calles tenía zanjones que bordeaban promontorios de tosca. Y allí se levantaban las siete colinas: Loma Cabará, San Jerónimo, Loma Clavel, Loma Cachinga, Mangrullo, la actual colina de La Encarnación (Volo Cué) y las llamadas Piedras de Santa Catalina.