Este libro (una cuidadosa condensación) tiene todos los condimentos de las clásicas novelas de terror, y por momentos llega a estremecer.
Quien lea atentamente la historia del Conde Drácula, de Bram Stoker, encontrará ingredientes diversos y sumamente atrapantes: la religiosidad extrema, la superstición que se acerca a la ciencia y la ciencia que se acerca a la superstición, el papel de la mujer en aquellos tiempos y toda la carga romántica en el concepto de la heroicidad por la heroicidad que caracterizaba a la literatura de finales del siglo 19. Y sobre todo, se sacudirá por el horror. Por las dudas, lean este libro a la luz del día.