En diciembre de 1868 Paraguay perdía su último gran ejército en Lomas Valentinas, solo un puñado de hombres que acompañaban al Mariscal López, sumados a los rescatados por Patricio Escobar por los Esteros del Ypecua, representaban la defensa nacional. Desde el nuevo campamento de Azcurra, los paraguayos demostraron que no solo estaban hechos de valentía, sino que también de temeridad y creatividad; una serie de operaciones, que incluía artillar un tren, se verificó a lo largo de la nueva linea de defensa en la Cordillera. Sin embargo, la máxima expresión de guerra de guerrillas se pudo observar en el lejano Matto Grosso, donde las fuerzas nacionales aniquilaron a un contingente brasilero que llegaba a la región con intención de reconquistarla, luego de la humillante retirada de 1864. Los nombres, las acciones y todo el ingenio de los combatientes del Mariscal en una excelente reconstrucción de capítulos olvidados por la historia paraguaya.